Siempre me digo esta frase a mi misma: voy a ponerme más tacones. Cada vez que veo las celebrities con esos tacones tan maravillosos que tanto estilizan rebusco en mi zapatero y hago el mismo ritual. Me los pruebo, me paseo, me miro ochenta veces al espejo, hago unas cunatas posturitas ridículas y...¡zas! Me imagino a mí misma aguantando una jornada maratoniana de las mías en las que salgo de casa a las 8 de la mañana y vuelvo a las 10 de la noche , cogiendo varias veces el metro y digo: "¿dónde vas con eso?"
Si fuera una de esas mujeres que van en coche o moto a trabajar, aparcan en la puerta y se meten en la oficina, sí llevaría tacones, pero en mi día a día, se me hace un mundo. Y mira que me gustan...Con las botas de tacón sí me llevo bien, porque sujetan, pero con los zapatos de salón no me lanzo. Caso aparte son las plataformas o cuñas, esas sí son fáciles de llevar y también las uso.Así que dejaremos los taconazos para ocasiones especiales.Lo que me encanta son los tejanos remangados o unos boyfriend jeans con tacones, ¡son lo más!
¿Y vosotras? ¿Lleváis taconazos para ir a trabajar?